La majestuosa isla de Pico, en las Azores
es en la isla de pico donde se encuentra el punto más alto de Portugal, con 2351 metros sobre el nivel del mar. Escalar la montaña, que no es más que un vulcán, suele ser el viaje soñado de muchos viajeros, o incluso uno de los objetivos vitales de muchos portugueses que pretenden hacer la caminata antes del final de sus vidas. Sin embargo, hay mucho más por descubrir en una de las islas más bellas del archipiélago de las Azores.
Llegar a Pico
Escalar la montaña más alta de Portugal es el punto culminante de una visita a la isla de Pico. Hay varias formas de subir a la montaña de Pico. Puede elegir ascender durante el día, ascender durante la noche o ascender durante la noche. Evidentemente, durante el día la subida es más fácil, pues sólo es necesario llevar el material necesario para la exigente caminata. Sin embargo, durante la noche es posible terminar la aventura disfrutando del amanecer en el punto más alto de Portugal. Si quieres pasar la noche, puedes montar una tienda de campaña en el camping situado en el cráter de la montaña del pico.
Si se organiza adecuadamente, la ruta se puede realizar con un localizador GPS, así como los visitantes pueden tener acceso a información sobre cambios meteorológicos. El lugar por la noche suele ser frío, por lo que es aconsejable llevar ropa de abrigo si el ascenso se realiza durante la noche.
Degustación de vinos volcánicos.
Todo el mundo sabe que el suelo de las Azores es mayoritariamente volcánico, pero pocos saben que la isla de Pico produce algunos de los vinos más característicos del país. El suelo vác suele ser más fertil y propicio para determinados cultivos. En la isla de Pico, la producción de vino es extensa y muy apreciada.
Normalmente, los viñedos se encuentran en pequeñas parcelas, divididas por muros de piedra, que contrastan con los colores naturales de las vides, además de proteger las plantaciones de las tormentas inminentes.
El vino de la isla de Pico se produce desde el siglo XV y el paisaje de la zona de producción, en el municipio de Madalena, está considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2004. Para apreciar el vino y los paisajes, se pueden contratar excursiones entre viñedos, o incluso reservar una cata de vinos en alguna de las bodegas que ofrecen este tipo de servicio. Además, existe el museo del vinoun lugar donde conocer la historia del vino en la isla de Pico, así como su impacto en la economía de la isla de las Azores.
Descubre la Gruta das Torres
La Gruta das Torres, con cinco kilómetros, es la cueva de lava más grande de Portugal y se puede visitar, preferiblemente con un guía certificado, que conozca todos los puntos de la maravilla natural. Posiblemente, la gruta se formó hace más de un milenio, tras una erupción volcánica. La Gruta das Torres atraviesa las localidades de Cabeço Bravo y Criação Velha, lugar donde se pueden observar diversos restos de fenómenos naturales, como estalactitas y estalagmitas de lava.
Conduzca por la recta mas larga de las Azores
Es en la isla de Pico donde se encuentra la carretera más larga de las Azores, la carretera comarcal Nº 3-2ª con un total de 23 kilómetros de camino, con vistas a la montaña de Pico. El camino tiene la particularidad de ser más largo que algunas de las islas del archipiélago de las Azores, pero al igual que en otras islas, los conductores deben tener cuidado al conducir, ya que siempre existe la posibilidad de que algunas vacas se crucen en el camino. Este camino conduce a una de las lagunas más hermosas de la isla, la Lagoa do Capitán.
La tranquila Lagoa do Capitão
Ubicada en São Roque, a 826 metros sobre el nivel del mar, la Lagoa do Capitão ofrece una vista panorámica de Pico y la isla de São Jorge. En el lugar, los visitantes podrán cruzarse con las vacas de las Azores, así como avistar diversas aves y especies acuáticas.
Además de acceder en coche, por la carretera recta más larga de las Azores, se puede acceder a pie, recorriendo el remitente PR13PIC.
Un lugar que no debe perderse
La isla de Pico será sin duda un lugar de visita obligada para aquellos que disfrutan del aire tranquilo de las Azores. Será, sin duda, un viaje lleno de aventuras, con muchas cosas que descubrirás y recordarás con cariño.
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