Durante los 13 años de insurgencia (1961-1974) en el África portuguesa, más de 800 000 hombres y mujeres sirvieron en las fuerzas armadas portuguesas. De este número, unos 9.000 sirvieron como comandantes (o alrededor del 1 por ciento). Sin embargo, sus pérdidas en combate -357 muertos, 28 desaparecidos en acción y 771 heridos- representaron el 11,5 por ciento del total de bajas (un porcentaje 10 veces superior al de las tropas normales).
Está bien establecido que estos guerreros fueron responsables de la eliminación de más insurgentes y de la captura de más de sus armas que cualquier otra fuerza durante la guerra. Se hicieron grandes esfuerzos para mantenerse al tanto de los últimos métodos operativos del enemigo y mantener la 'ventaja guerrera' en la fuerza. Esta ventaja, en esencia, fue un enfoque de la lucha que empujó a los comandos a pensar siempre en sí mismos como cazadores en lugar de cazados.
Los oficiales que regresaban del contacto con el enemigo fueron informados rigurosamente, y los instructores de comando participaron regularmente en las operaciones para conocer los últimos desarrollos del enemigo. Esta información se integró con inteligencia de otras fuentes recopilada por los servicios de inteligencia militares y nacionales, y a partir de este conocimiento actual, el entrenamiento se revisó constantemente para permanecer en sintonía con el enemigo y su comportamiento. Los comandos se convirtieron en una raza aparte, y su reputación era tal que cuando los insurgentes descubrían una unidad desplegada en su área, generalmente se retiraban hasta que los asesinos se marchaban. Este entrenamiento de comando, y su simpatía con el entorno de combate, convirtió a los comandos en la fuerza terrestre más efectiva del ejército portugués.
Los comandos eran practicantes expertos en el arte de la contrainsurgencia, y su práctica de destruir al enemigo en gran número rápida y silenciosamente sirvió de inspiración no solo para Sudáfrica y Rhodesia, sino también para el propio enemigo. Esta es la historia de los comandos portugueses: sus comienzos, sus operaciones únicas y su legado e influencia en unidades hermanas posteriores, como el Buffalo Battalion de Sudáfrica.
Sobre el Autor
Juan P. Cann es un miembro adjunto del personal de investigación en el Instituto de Análisis de Defensa, un ex Académico enResidencia en la Universidad de Virginia y profesor jubilado de Estudios de Seguridad Nacional en la Universidad del Cuerpo de Marines. Obtuvo su doctorado en el Departamento de Estudios de Guerra del King's College de la Universidad de Londres en 1996 y posteriormente publicó Contrainsurgencia en África: el estilo de guerra portugués, 1961-1974 y Aguas marrones de África: guerra fluvial portuguesa, 1961-1974. Es igualmente el autor de Las Flechas - Caza Insurgente en el Este de Angola 1965-1974 y una treintena de artículos sobre los conflictos en África.
Cann es un capitán naval retirado y oficial de vuelo que se especializa en aviación de reconocimiento en mar abierto con una variedad de asignaciones de aviación, incluido el mando. También formó parte del personal del Jefe de Operaciones Navales y del Secretario de Defensa y recibió la Medalla portuguesa de Dom Afonso Henriques y la Medalla de la Cruz de la Marina portuguesa. Es miembro asociado de la Academia Portuguesa de Marinha.
Detalles del libro
- Título: Comandos portugueses: temidos cazadores insurgentes, 1961-1974
- Serie: África @ serie de guerra
- Autor: Juan P. Cann
- Editor: Helión y Compañía
- Fecha de publicación: 31 de diciembre de 2016
- Idioma: inglés
- Libro de bolsillo: 104 págs.
Fuente: amazon.com y el personal de PAJ.
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