
El municipio de Lisboa acaba de lanzar una “bicicleta compartida”, un nuevo servicio ecológico centrado en la movilidad de locales y visitantes. Tras las nuevas restricciones de tráfico y estacionamiento, el objetivo es limitar la contaminación en el centro de la ciudad.
El servicio requirió una inversión de 2 millones de euros para dotar a la ciudad de 1.200 bicicletas distribuidas en 100 puntos de recogida. Además, Lisboa está desarrollando 150 km de ciclovías que estarán operativas en 2018.
Para acceder a las bicicletas, los usuarios habituales de todos los días deben registrarse en línea o descargar una aplicación que permite acceder al sistema a través de sus teléfonos inteligentes.
Para los usuarios ocasionales, que no estén registrados en línea, las estaciones contarán con puestos con lector de tarjetas de crédito y débito. Una vez realizado el pago, los usuarios reciben un ticket que les permite desbloquear las bicicletas en cualquier estación, para un viaje o para el uso de un día completo.
Para los usuarios frecuentes, cada viaje debería costar unos pocos centavos. Para usuarios ocasionales el coste rondará los 15€ al día, servicios similares a los que se ofrecen en otras ciudades europeas.
El proyecto lanzado el 21 de junio fue desarrollado por el operador municipal de movilidad y estacionamiento EMEL [Empresa de Mobilidade e Estacionamento de Lisboa]. La empresa privada SlowFastCycles tendrá los servicios de concesión durante siete años.
paj.staff
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