La capital española, 6 de julio. (Novedades de europa) -
Las autoridades sanitarias portuguesas detallaron el martes 2.170 nuevos casos de COVID-19, lo que sostuvo al país alarma para eludir la propagación implacable de la pandemia. El presidente Antonio Costa solicitó la aceleración de las campañas de vacunación para batallar esta epidemia.
Desde el principio de la pandemia, la Dirección General de Salud (DGS) registró 892.741 casos positivos, incluidos 38.488 casos activos. Cuando menos 17.118 pacientes perdieron la vida, uno mucho más de lo comunicado de manera oficial el primer día de la semana.
Mucho más de la mitad de las novedosas infecciones procedían de Lisboa y de la zona del Valle del Tajo, lo que volvió a llevar al máximo a centros como el Hospital Santa María. El Algarve es un considerable destino turístico que tiene Albufeira y el repunte de casos asimismo es alarmante, con una tasa de incidencia de 14 días que sobrepasa los 800.
El gobierno ha restituido los cierres circundantes en las ubicaciones mucho más perjudicadas y en este momento no desecha medidas auxiliares. “No tenemos la posibilidad de distraernos, no tenemos la posibilidad de relajarnos”, ha dicho Costa, aguardando realizar “un enorme esfuerzo” para apresurar la vacunación en las próximas semanas.
El Primer Ministro reconoció que el incremento de citas para vacunas podría conducir a ocasiones "mucho más incómodas", pero solicitó al público que entienda y también instó a la multitud a realizar todo lo que resulta posible para eludir esta situación en la mayor medida viable. Contagio. "Esta pelea aún no terminó", ha dicho, según la red RTP.
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