La historia de la danza portuguesa

Orígenes y evolución de la danza en Portugal
La danza portuguesa tiene raíces profundas que se remontan a la época prerromana, con influencias celtas, romanas y árabes. En regiones como el Alentejo o Minho, se conservan bailes tradicionales como el Vira o el Fandango, que reflejan la mezcla cultural del país. Durante la Edad Media, la danza estuvo ligada a festividades religiosas, como las romerías en honor a San Juan en Oporto.
En el siglo XVIII, la corte de Lisboa adoptó estilos europeos como el minué, pero fue en el siglo XIX cuando surgieron formas autóctonas, como la Chula, un baile acrobático del norte. A principios del XX, el fado —declarado Patrimonio Inmaterial por la UNESCO— incorporó movimientos de danza que hoy son emblemáticos, como los giros lentos y los pasos arrastrados.
Bailes regionales y su significado
Portugal cuenta con una diversidad de bailes regionales, cada uno con su propia identidad:

- Vira: Originario del Minho, se baila en parejas con trajes tradicionales y ritmo ternario. Es común en festas populares como la de São João.
- Corridinho: Típico del Algarve, combina pasos rápidos con influencias centroeuropeas. Se acompaña de acordeón y pandereta.
- Pauliteiros de Miranda: Danza ritual de Trás-os-Montes, donde bailarines visten falda y blusa blanca, ejecutando coreografías con palos.
Estos bailes no solo son expresión artística, sino también un atractivo para el turismo, especialmente en eventos como el Carnaval de Ovar o la Feira de São Mateus en Viseu.
La danza contemporánea en Portugal
Desde finales del siglo XX, creadores como Olga Roriz o Rui Horta han fusionado tradición y vanguardia. El Centro Cultural de Belém en Lisboa y el Teatro Municipal do Porto son escenarios clave para compañías como Quorum Ballet. Además, festivales como Dias da Dança promueven intercambios internacionales.
Un ejemplo innovador es el proyecto "Dança na Cidade", que lleva espectáculos a espacios públicos, acercando la danza a nuevos públicos. Para los visitantes, asistir a una función en el histórico Teatro Nacional de São Carlos es una experiencia cultural única.
Dónde experimentar la danza portuguesa

Para vivir esta cultura en primera persona, se recomienda:
- Museu do Fado (Lisboa): Ofrece talleres que exploran la relación entre fado y danza.
- Festival Andanças (Ponte da Barca): Siete días de bailes tradicionales y talleres al aire libre.
- Casas de Fado en Alfama: Espacios íntimos donde se puede ver danza acompañada de música en vivo.
En Oporto, el Ballet do Norte realiza giras por el país, mientras que en el sur, grupos como Rancho Folclórico de Olhão mantienen vivas las tradiciones.
Consejos para apreciar la danza local
1. Contexto histórico: Antes de asistir a un espectáculo, investiga sobre su origen. Muchos bailes narran historias agrarias o marítimas. 2. Vestimenta: En festivales rurales, los trajes típicos —como los chalecos bordados del Minho— son parte esencial del espectáculo. 3. Participación: Eventos como la Festa dos Tabuleiros en Tomar invitan al público a unirse a los bailes circulares.
Datos clave: Según el Instituto Nacional de Estatística, el 68% de los turistas que visitan Portugal participan en actividades culturales, siendo la danza una de las más demandadas.

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