Lisboa menos costosa para expatriados

“Considerando solo el continente europeo, Lisboa es la 36ª ciudad más cara para expatriados”, concluye el estudio “Cost of Living 2022”, lanzado por la consultora Mercer, que incluye 227 ciudades del mundo donde viven trabajadores expatriados, comprobando que el los estándares de movilidad internacional de los empleados están evolucionando como resultado del tipo de cambio y la inflación y el aumento del trabajo remoto y flexible.

El estudio se realizó a partir del análisis conjunto del costo comparativo de más de 200 artículos en cada localidad, incluyendo vivienda, transporte, alimentación, ropa, productos para el hogar y entretenimiento, y utilizando a Nueva York como ciudad base para todas las comparaciones.

Más caro

En el ranking mundial, Hong Kong vuelve a ser la ciudad más cara del mundo para expatriados, posición que ha ocupado durante años consecutivos.

Según el estudio "Cost of Living 2022", las ciudades suizas de Zúrich (2.°), Ginebra (3.°), Basilea (4.°) y Berna (5.°) completan las cinco ubicaciones más caras del mundo para expatriados.

En el continente europeo, además de las cuatro ciudades de Suiza, el ranking lo encabezan las capitales de los países, a saber, Copenhague (Dinamarca), que a nivel mundial aparece en el puesto 11, Londres (Reino Unido, 15), Viena (Austria, 21), Ámsterdam (Holanda, 25) y Oslo (Noruega, 27).

En el top-10 de las ciudades europeas más caras para expatriados se encuentra la ciudad alemana de Múnich, que aparece en la posición 33 del ranking mundial.

Lisboa, la única ciudad portuguesa incluida en el estudio, descendió 26 posiciones en el ranking mundial, convirtiéndose en la 109ª ciudad más cara del mundo en términos de coste de vida para los expatriados y la 36ª de Europa, ubicándose por debajo de la mitad de la tabla de 57 ciudades europeas, por detrás de ciudades como Madrid (puesto 90 a nivel mundial) o Barcelona (puesto 78).

Para Europa del Este, la ciudad más cara es Praga (Chequia), que ocupa el puesto 60 de 227 ciudades, seguida de Riga (Letonia, 79), Bratislava (Eslovaquia, 105) y Tallin (Estonia, 140), dice el estudio, que indica que la más barata es Sarajevo, en Bosnia y Herzegovina, en el puesto 209 del mundo y al final de la tabla de ciudades europeas.

“El auge del trabajo a distancia y flexible, la guerra en Ucrania, las fluctuaciones monetarias y la inflación generalizada están teniendo un impacto material en la remuneración de los empleados, lo que puede tener graves consecuencias para las empresas en la batalla mundial por el talento”, señala el informe.

Tendencias globales

Tiago Borges, 'líder empresarial de carrera' en Mercer, citado en un comunicado sobre el estudio, dice que "la volatilidad desencadenada por el Covid-19 y exacerbada por la crisis en Ucrania ha alimentado la incertidumbre económica y política global", situación que se refleja “con el aumento significativo de la inflación en la mayoría de los países del mundo”, lo que preocupa a los expatriados por su poder adquisitivo y estabilidad socioeconómica.

"Tanto la inflación como las fluctuaciones del tipo de cambio influyen directamente en el poder adquisitivo de los empleados que trabajan fuera de su país de origen", explica Tiago Borges, y señala que el aumento del trabajo remoto y flexible también ha llevado a muchos empleados a reconsiderar sus prioridades, el equilibrio entre trabajo y la vida familiar y la elección del lugar de residencia.

Los datos presentados en el estudio de Mercer, además de demostrar que “las condiciones laborales y económicas en todo el mundo están evolucionando más rápido que nunca”, permiten a las empresas evaluar los costos de los contratos internacionales en tiempos de incertidumbre.

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