El principal sindicato de médicos, Federação Nacional dos Médicos (FNAM), convocó una huelga de dos días a partir del martes 8 de julio, citando una serie de políticas gubernamentales y recortes al presupuesto del Servicio Nacional de Salud. La Constitución portuguesa garantiza el derecho a la atención sanitaria universal.
Los médicos protestan contra lo que llamaron "el desmantelamiento progresivo del servicio de salud por parte del gobierno". En cuestión estaban la reestructuración del sistema hospitalario nacional y el establecimiento de un nuevo código de ética. El martes se realizaron manifestaciones frente al Ministerio de Salud en Lisboa.
Desde 2011, después de que Portugal solicitara un rescate internacional, las condiciones laborales en el sistema del Servicio Nacional de Salud se han ido deteriorando como resultado de la política de austeridad del gobierno de despidos, recortes salariales y jornadas laborales más largas. El copago de los pacientes se ha duplicado mientras que el tiempo de espera para la cirugía ha aumentado significativamente.
El ministro de Salud portugués, Paulo Macedo, dijo el lunes que no podía entender el momento de la huelga. Dijo que dañaría un servicio público clave en un momento en que el país acaba de salir de una emergencia económica y financiera.
El ministro también destacó que ha mantenido un diálogo abierto con los gremios sobre los problemas que enfrenta el sector salud. Desestimó la huelga como no "creíble" o "constructiva" dada la situación del país.
El Sindicato Independente dos Médicos (SIM), el segundo sindicato de médicos más grande, no participa en la huelga. La huelga cuenta con el apoyo de la Ordem dos Medicos, la asociación de médicos profesionales. Se ha garantizado un nivel mínimo de servicio en urgencias, unidades de cuidados intensivos y unidades de radioterapia.
paj.staff.lusa.actualizado el 09/07/14
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