Tradiciones navideñas únicas en Portugal

La Consoada: Una cena familiar con simbolismo
En Portugal, la noche del 24 de diciembre gira en torno a la Consoada, una cena familiar que combina tradición cristiana y raíces paganas. El menú incluye platos como bacalhau cozido (bacalao hervido con verduras) y broa de milho (pan de maíz), seguidos de dulces como arroz doce (arroz con leche) y filhós (buñuelos). Un detalle único: se dejan cubiertos y platos en la mesa para honrar a los difuntos, una práctica conocida como "ceia dos defuntos".
Consejo para turistas: En Lisboa, restaurantes como Casa do Bacalhau ofrecen menús especiales de Consoada, mientras que en Oporto, la Taberna Santo António es famosa por su bacalao tradicional.
El Madeiro de Natal: Hogueras que iluminan el país
En regiones como la Beira Alta y Alentejo, el Madeiro de Natal es una tradición ancestral. Grandes hogueras se encienden en plazas públicas la noche del 24, simbolizando luz y purificación. En Penamacor (Beira Baixa), el fuego puede alcanzar 10 metros de altura, acompañado de villancicos y bailes locales.
Dato curioso: En Vila de Rei, el Madeiro se alimenta con leña donada por los vecinos durante meses, creando un sentido de comunidad.

Los Presépios: Arte y devoción en miniatura
Los belenes o presépios son centrales en la cultura navideña portuguesa. Destacan los de Barcelos, con figuras de cerámica policromada, y los de Estremoz, hechos con arcilla local. En Lisboa, el Presépio da Basílica da Estrela atrae a miles de visitantes con sus 500 figuras de corcho y cerámica.
Ruta recomendada: El Roteiro dos Presépios en Oporto incluye belenes en la Sé Catedral y la Igreja de São Francisco, algunos con escenas de la vida rural portuguesa.
Janeiras: Villancicos que recorren las calles
Entre el 1 y el 6 de enero, grupos llamados "janeireiros" cantan las Janeiras, villancicos tradicionales puerta a puerta. En Braga, estos coros van acompañados de instrumentos como la concertina (acordeón portugués). A cambio, reciben dulces o licores como ginjinha (licor de guinda).
Experiencia auténtica: En Guimarães, la Associação Cultural e Recreativa de Santa Cristina organiza recorridos públicos para turistas.
La Queima do Ano Velho: Despedida con teatro y fuego

En ciudades costeras como Figueira da Foz, el 31 de diciembre se queman muñecos de trapo ("velhos") que representan personajes satíricos del año. Esta mezcla de cultura popular y crítica social incluye desfiles con disfraces y lecturas de testamentos humorísticos.
Dónde verlo: El evento más famoso es en Ovar, donde los "velhos" alcanzan 5 metros de altura y compiten por premios de creatividad.
Bolo Rei: Más que un postre, un ritual
Este bizcocho con frutas escarchadas y nueces esconde dos sorpresas: un haba (símbolo de mala suerte) y una figurita (buen augurio). En Portugal, su consumo va del 25 de diciembre al 6 de enero. Pastelerías históricas como Confeitaria Nacional en Lisboa o Leitaria da Quinta do Paço en Oporto venden versiones con nata (crema) o chocolate.
Precaución: Desde 1999, por ley, el haba debe venir empaquetada por separado para evitar accidentes.
Día de Reis: La última fiesta con sabor a almendro
El 6 de enero, niños en Algarve y Ribatejo dejan zapatos junto a la chimenea para recibir regalos de los Reis Magos. En Elvas, se celebra el Auto dos Reis, una obra teatral callejera declarada Patrimonio Cultural Inmaterial. Los dulces estrella son las pevides de melão (confites de melón) y el pão-de-ló (bizcocho esponjoso).
Turismo participativo: En Monsanto, los visitantes pueden unirse a la Cantoria dos Reis, un coro itinerante que recorre el pueblo al amanecer.

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