Guerra Blanca - Jornal de Brasília

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Ocurrió cuando Botafogo y Atlético Mineiro decidieron colocarse en las semifinales de la Copa de Brasil de 1967. El primer partido - 11:10 am - en Maracanã, pitado por el minero Joaquim Gonçalves, fue tranquilo y los locales ganaron 3x2 contra 11.601, que fueron considerados pequeños, con goles de Rogério, Roberto y Paulo César.
Siempre favorito, dueño de uno de los equipos más fuertes del país - Manga; Moreira, Zé Carlos, Leônidas y Valtencir; Nei y Gérson; Rogério, Airton (Ferreti), Roberto y Paulo César Lima (alineación del juego anterior), entrenados por Mário Jorge Lobo Zagallo - Botafogo, cayeron en el segundo juego - 11/1 - en 0 x 1 Atlético-MG, que motivó a 71.174 aficionados y lo animó en Mineirão, donde su gol lo marcó un penalti de Ronaldo.
En este juego el animal atrapado. Botafogo acusó al delantero atlético Bianchini de golpear "criminalmente" al aficionado Carros Roberto en el medio del campo en el minuto 16 durante un empate sin previo aviso del árbitro de Río de Janeiro Frederico Lopes. Mientras tanto, el otro salió del campo cargado y sin poder caminar.
A partir de entonces, el juego se convirtió en una guerra. Cariocas denunció que su equipo Moreira (foto) había perdido un diente y otros habían sido sacudidos por el codo del Atleticano Tião (futuro) Cavcadinha y que el PC Lima Vanderlei había sacado un cabezazo. Y que el único desalojado de la cancha durante el enfrentamiento fue su atacante Aírton Beleza, quien se quejó de haber sido golpeado por Paulo César.
Con una victoria para cada equipo, debería haber un juego de desempate 48 horas después en Mineirão. Sin embargo, Botafogo reclamó falta de seguridad y clima para un nuevo enfrentamiento en poco tiempo en Belo Horizonte. Regresó a Río de Janeiro y pidió a la Federación Brasileña de Deportes (ahora CBF) un campo neutral que BH mantuvo como lugar para el tercer juego.
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La decisión sobre la vacante se tomó en la tarde del 15 de noviembre, seguida de actitudes poco amistosas por parte de los deportistas que arrojaron huevos en el autobús de la delegación visitante, llegaron al hotel a su llegada y juraron. En el césped hasta que se suavizó. 0 x 0 en 90 minutos, controlado por el árbitro Armando Marques, frente a 71.997 pagadores.
Se requirió una extensión de 30 minutos. Galo hizo 1 x 0 de Ronaldo en el minuto 18, y Gérson, capitán del Botafogo, tiró el 27 después de un penalti con el balón en la mano del capitán del Atlético Décio Teixeira: 1 x 1. ¡Increíble! La decisión sobre la vacante recayó en el lanzamiento de la moneda, que Geraldo Starling Soares solo había hecho en presencia del árbitro y los dos capitanes.
Es hora de elegir. Teixeira, que anteriormente había perdido por criterio dos veces, decidió seguir apostando por la moneda que se utilizaba para este tipo de juego. Esta vez abrió la cara y sonrió para celebrar la victoria a la que iba: Hélio; Canindé, Grapete, Vânder y Décio Teixeira; Adilson y Vanderlei; Buião, Laci, Ronaldo y Tião, dirigidos por Fleitas Solich. Y la Guerra de Alvinegra terminó con la eliminación de Botafogo en cabeza o cruz.
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