La comunidad israelí dice que los cambios en las leyes de nacionalidad son inconstitucionales
Los cambios en las leyes con respecto al proceso de naturalización portugués requieren que los descendientes de judíos sefardíes cumplan con criterios adicionales.
Dos cambios introducidos en el Reglamento de nacionalidad portuguesa sobre el proceso de naturalización de los descendientes de judíos sefardíes son inconstitucionales, según los dictámenes de expertos en derecho constitucional solicitados por la Comunidad Israelí de Lisboa (CIL).
Según los dictámenes elaborados por los expertos constitucionalistas Armindo Saraiva Matias, de la Universidad Autónoma de Lisboa, y Ricardo Branco, de la facultad de derecho de la Universidad de Lisboa, las normas en cuestión son aquellas que exigen la transmisión de bienes por herencia, así como como viajes regulares a Portugal a lo largo de la vida como condición para cumplir con los requisitos de naturalización.
"La adquisición, pérdida y readquisición de la ciudadanía portuguesa cae dentro de la reserva absoluta de competencia legislativa de la Asamblea de la República. No es posible, con el pretexto de regular la ley, alterarla por simple decreto-ley, por lo tanto subvirtiendo y violando la ley”, señala el primer dictamen.
A continuación, el segundo dictamen señala que el inciso d) del número 3 del artículo 24-A, que contiene las dos reglas, “limita sustantivamente la posibilidad de naturalización” de los solicitantes, “lo que claramente no puede hacer, so pena de inconstitucionalidad orgánica”. , pues la regulación de la nacionalidad y su atribución corresponde exclusivamente a la Asamblea de la República”.
Inaceptable
En términos de regulación, es inaceptable imponer requisitos excesivos e imposibles de cumplir, haciendo inviable el proceso, lo que también pondría al legislador en la cínica posición de brindar un esquema que, en la superficie, corrige una injusticia histórica, pero en la práctica -por la imposibilidad de aplicarlo- deja todo igual”, reclama el constitucionalista, tildando esta situación de “reivindicación excesiva e irrazonable”.
Ricardo Branco comparte la misma opinión y critica lo que dice es un trato diferente a los ciudadanos extranjeros por el solo hecho de descender de judíos sefardíes, al afirmar que en otros casos no se requiere prueba de viajes anteriores a Portugal.
"Los principios de universalidad e igualdad en el derecho de acceso a la ciudadanía portuguesa (...) obligan a la legislación a no tratar de manera diferente a los ciudadanos extranjeros que solicitan la nacionalidad portuguesa por naturalización", argumenta, al tiempo que destaca "la discriminación por motivos de ascendencia y religión". orígenes".
Los dictámenes fueron solicitados por CIL tras la publicación del Reglamento de Nacionalidad Portuguesa el 18 de marzoel en el Diário da República, que reguló la Ley de Nacionalidad de 2020 y se tradujo en mayores restricciones en el acceso a la naturalización de las personas descendientes de judíos sefardíes, que fueron expulsados de Portugal por decreto real hace más de 500 años.
romano abramovich
El proceso se vio envuelto en polémica luego de que a fines de 2021 se revelara que el millonario ruso Roman Abramovich había obtenido la ciudadanía portuguesa.
El decreto-ley entró en vigor el pasado 15 de abril, pero el artículo referente a la naturalización de los descendientes de sefardíes sólo entrará en vigor “el primer día del sexto mes siguiente al de su publicación”, es decir, el 1 de septiembre de 2022.
Entre el 1 de marzo de 2015 y el 31 de diciembre de 2021 se aprobaron 56.685 procesos de naturalización para descendientes de sefardíes, de un total de 137.087 solicitudes que ingresaron a los servicios del IRN.
Según los datos enviados a Lusa en febrero por el Ministerio de Justicia, solo 300 casos fueron rechazados durante este período, dejando otras 80.102 solicitudes pendientes.
Silencio ensordecedor
La Comunidad Israelí de Lisboa (CIL) ha acusado al Ministerio de Justicia de un "silencio ensordecedor" respecto a sus peticiones de reunirse con ellos y reformar la legislación que cambió la naturalización de los descendientes de judíos sefardíes.
"A la CIL le gustaría poder hablar con el Ministro de Justicia. Ya hicimos tres solicitudes de audiencia y no ha habido acuse de recibo de nuestras solicitudes", dijo a Lusa el líder de la CIL, José Ruah, lamentando el cambio de la postura del Gobierno en los últimos meses, que ha coincidido con sospechas de ilegalidad en la obtención de la ciudadanía para descendientes de judíos sefardíes, siendo la naturalización del oligarca ruso Roman Abramovich el caso más controvertido.
“Antes siempre conseguíamos hablar con los que teníamos que hablar y no solo eso, venían a pedir nuestra opinión. Ahora tenemos un silencio ensordecedor”, subrayó. Sin embargo, no descartó la posibilidad de entablar un diálogo y dijo: “Todos cometemos errores. Pero podemos corregir nuestros errores. No está mal corregir nuestros errores”.
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